Las estrategias educativas del Consejo de Europa
El Consejo de Europa no puede ocuparse técnicamente de la enseñanza escolar de la Religión. Aun así, durante el período que va de 1980 a 2010, ha emanado varias recomendaciones y resoluciones relativas a las situaciones sociorreligiosas. En estos últimos años, el Consejo de Europa ha centrado su atención de forma predominante en temas de particular urgencia y actualidad. Tres iniciativas lanzadas en estos primeros meses del año 2024 merecen destacarse. El Comité Director de Educación del Consejo de Europa aprobó el pasado mes de marzo una hoja de ruta para la creación de un “espacio europeo de educación para la ciudadanía”. El documento describe un proceso de dos años de colaboración entre los Estados miembros, sus sistemas escolares y la sociedad civil para reforzar y cualificar la educación en los valores y en las buenas prácticas de la ciudadanía democrática. En la base del documento se encuentran algunos puntos fuertes que los expertos del Consejo han procurado incrementar desde hace años, pero que no son todavía suficientemente compartidos y practicados por todos los Estados miembros: la adhesión a los valores comunes propios emanados por la Declaración Universal de Derechos Humanos y confirmados por las constituciones nacionales; el ideal de una sociedad europea “más democrática, inclusiva, resiliente”; los principios de una real democracia de derecho no disociados de los comportamientos de una vida democrática de hecho. Los redactores del documento subrayan la urgencia de educar para la ciudadanía democrática.
Los representantes de los ministerios de educación reunidos en Estrasburgo a fines de marzo de 2024 han anunciado también su decidido apoyo a la creación de un observatorio dedicado a la prevención y a la lucha contra el fraude en la educación. Esta iniciativa se inscribe en el conjunto de los esfuerzos realizados en años anteriores por el Consejo para incrementar los valores éticos, la transparencia y la integridad en la educación básica y en la formación universitaria. El nuevo observatorio está alineado con los objetivos estratégicos del Consejo de Europa para el período 2024-2030, en particular con la lucha contra las prácticas fraudulentas que contaminan la autenticidad de las cualificaciones y la reputación de los centros de enseñanza.
En el contexto de las precedentes iniciativas, el Comité Director de Educación del Consejo de Europa ha lanzado el “Programa de educación para la democracia 2024-2027”, en el que se lee: “En un momento en que la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho se enfrentan a profundos desafíos, el Consejo de Europa mantiene su compromiso de reforzar los valores democráticos en todos sus Estados miembros. El programa, inspirado en las directrices de alto nivel de la Cuarta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Reikiavik el pasado mes de mayo, pretende combatir el declive de la democracia y mejorar los marcos educativos para fomentar una cultura democrática y el respeto de los derechos humanos”. Por tanto, el programa se propone responder a la necesidad urgente de dotar a los jóvenes de conocimientos, competencias y valores necesarios para participar en la vida democrática hoy y en la vida política mañana. En ese mismo contexto se propone apoyar iniciativas capaces de favorecer nuevos currículos de formación profesional para los titulares de la Administración escolar, para los titulares de las enseñanzas especializadas y para los educadores en general.
Del contexto de estas cuatro iniciativas surge una constatación que los docentes de Religión también pueden compartir fácilmente: los poderes civiles y los expertos laicos del continente europeo, partiendo de sus competencias específicas, trabajan en la misma frontera en la que operan los educadores los educadores religiosos. Estos últimos se ven desafiados por la diversidad religiosa, hoy factor constitutivo de la identidad cultural de los jóvenes europeos. Los políticos y los expertos preparan las condiciones necesarias para que la diversidad religiosa sea también un derecho de todos en la escuela.
Se ven desafiados por la diversidad religiosa, hoy factor constitutivo de la identidad cultural de los jóvenes europeos